
en la galería
07/11 – 16/12/19
Título de la última exposición
José Ferrero
Lorem ipsum dolor sit amet, consectetur adipiscing elit, sed do eiusmod tempor incididunt ut labore et dolore magna aliqua
- 1
- noviembre 05, 2019
JUAN FERNÁNDEZ ÁLAVA ( Piedrasblancas, 1978). Pintor que ama su oficio, se caracteriza por seguir la estela inagotable de los artistas que se han acercado al género del retrato y del paisaje tratándolo como algo misterioso y urgente en continua renovación. “Todo nuevo bajo el sol”. Juan realiza una pintura hecha a base de capas y veladuras en la que el motivo suele ser extraído de su entorno más inmediato: sus hijas, amigos, montañas de Asturias…
Vida y pintura
Hace unos días, viendo un reportaje sobre la evolución humana, me volvieron a dejar impresionado las pinturas de esos maravillosos ciervos, caballos y bisontes de Lascaux. Reflejan la misma intensidad de sorpresa, extrañeza y fascinación por la vida que el día que fueron pintados. Son pinturas mágicas. Mirándolas pensé en la fuerza y la capacidad que tiene la pintura para transmitir la propia consciencia del misterio de vivir. Siento que no existe ningún propósito más importante que ése para la pintura: exaltar la vida.
Se pinta en soledad. Una soledad en absoluto vacía. Es necesario vaciarse para pintar, precisamente, para llenarse de todo lo que vive latente en el interior de las cosas, para dejar que aflore la verdad. Hay que evitar enredarse con el mundo interior personal, que es muy limitado y repetitivo, y desde el silencio aspirar a llenarse del gran misterio inagotable que vive en todo lo que existe. El lenguaje de la pintura es capaz de poner todo eso en el lienzo, pero no es un proceso fácil. Requiere mucha presencia. Es muy gratificante porque te conecta con la fuente de la Verdad, pero no siempre uno es capaz de encontrar el camino. Una pincelada te puede desviar. Un color puede transformar todo lo pintado en otro cuadro muy distinto.
Es un lenguaje muy abstracto que busca una conexión con lo real para ensalzarlo, para dar gracias por su existencia. Es imposible copiar la realidad, y como los buenos chistes, la pintura no debe contarlo todo.
Empecé a pintar a mis hijas y a las de algunos amigos casi desde que nacieron. Es un tema siempre nuevo porque ellas crecen y cambian de un día para otro. Me gusta verlas cuando duermen, relajadas, o cuando no hacen nada o están aburridas, que son momentos en los que posan muy naturales y acaban en posturas inimaginables. Luego en el taller juego con esas poses y voy componiendo una imagen. Ahora procuro hacer más versiones de esa composición para asegurarme de que funciona. También hay cuadros mucho más directos e impulsivos, que brotan de golpe en una o dos sesiones.
Me interesa mucho el paisaje. Cuando salgo al mar o a la montaña me fascina ver su grandeza, observo a los animales y me entran ganas de pintar. Pero encuentro muy difícil pintar paisajes. Solo en algunos cuadros consigo que no resulten un decorado. Creo que necesitaría más tiempo viviendo en la naturaleza para poder pintarla con más certeza.
Esta exposición reúne algunos cuadros de los últimos dos o tres años. Figuras y paisajes pintados que espero consigan provocar un movimiento silencioso en el espectador.
Juan Fernández Álava
Octubre de 2019